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Núcleo Argentino de Antropología Rural ( NADAR)

Historia del NADAR

En 1985, restaurada la democracia en el país y ya de regreso del exilio muchos antropólogos, se abrió una nueva etapa en las ciencias sociales argentinas. Un grupo de especialistas en temas rurales se interesó por conocer el estado de los estudios al respecto en el país, luego de tantos años de dictadura y de renovar los estudios antropológicos sobre el campo en la Argentina. Fueron cinco, de los cuales solo una no había sido exiliada:

Hugo Ratier - UBA-Instituto de Investigaciones Antropológicas de Olavarría - Exiliado retornado de Brasil.

Miguel Solé - Universidad de La Pampa - Exiliado en Suecia, retornado.

Ana Ruben - UBA - Exiliada en Brasil, retornada.

Roberto Ringuelet - UNLP - Exiliado en México, retornado.

Ana María Rosato - UBA - ÚNICA NO EXILIADA.

 

Todos ellos venían de experiencias en investigaciones sobre el medio rural en otros países: Suecia, Brasil, México. En esos primeros años de la democracia, con universidades que prácticamente estaban reabriendo, en especial en los cursos de antropología, no se sabía qué y cómo se investigaba en el campo argentino. Había ansiedad por transferir contenidos aprendidos en el exterior a los colegas del país.

 

Se organizaron en una estructura flexible a la que denominaron NÚCLEO ARGENTINO DE ANTROPOLOGÍA RURAL (NADAR) y comenzaron a informarse sobre las tareas de investigación que se venían desarrollando en el país, divulgando su propuesta y solicitando adhesiones. Su sede estaba en el Instituto de Investigaciones Antropológicas de Olavarría, con sede en la Municipalidad de dicha ciudad. Fue allí donde resolvieron lanzar una iniciativa algo arriesgada: proponer la realización de un congreso de la especialidad no solo argentino sino latinoamericano. Esta última característica tenía bastante que ver con las experiencias del grupo original en su exilio y con sus contactos.

 

El I CONGRESO ARGENTINO Y LATINOAMERICANO DE ANTROPOLOGÍA RURAL (CALAAR) tuvo lugar en Olavarría en 1985 a partir del citado Instituto municipal, y cuando aún no existían carreras universitarias de antropología ni de ciencias sociales en esa ciudad bonaerense. Hubo gran apoyo de la UBA y la UNLP, del INA (actual INAPL) y otras instituciones. Se presentaron 40 ponencias y hubo unos 100 asistentes. Cabe señalar que en publicaciones mexicanas se consideró a este evento como el primero de nuestro país sobre antropología social, en democracia. Se contó con la presencia de investigadores y estudiantes de Brasil, Chile y Perú.

La asistencia de personas procedentes de América Latina no era frecuente en este tipo de eventos. Recuérdese que no existía Internet ni los e-mail, menos las llamadas redes sociales. La convocatoria fue casi personal, gente conocida por los organizadores, laboriosos contactos postales, a veces llamadas telefónicas. Se repartieron folletos impresos en mimeógrafo y tipeados en stencil. La informalidad fue el sello, y así los grupos convocados fluctuaban, a veces crecían, otras se deshacían. Algunas regiones sobresalieron en los pasos posteriores, para luego desaparecer del panorama general.

 

Se convocó a trabajos que repetían la temática ya cultivada en el continente que, sin embargo, no era muy desarrollada en la Argentina:

1. La organización laboral. Trabajo temporero, asalariado y familiar.

 

2. El sistema de tenencia de la tierra.

 

3. Los procesos de transformación-desarrollo y planificación, movimientos sociales, migraciones, procesos verticales de integración agroindustrial.

 

4. El papel de las instituciones estatales.

 

5. Sistemas simbólicos e identidad social.

 

6. Campo argentino y latinoamericano: problemáticas comunes y específicas.

 

El congreso despertó mucha curiosidad y mucha gente de Buenos Aires, por ejemplo, bajó a Olavarría y trajo trabajos de tema rural, aunque no lo hubieran cultivado antes. Era un esfuerzo por ganarse un sitio en este primer encuentro.

 

Participaron muchos estudiantes cuya activa presencia sorprendió a muchos investigadores extranjeros, en cuyos países los no profesionales no tenían acceso a estos cónclaves. Además de presentar trabajos, los aprendices de antropólogo se permitieron discutir con todos los “recibidos”. Los exiliados descubrieron que ese era una característica típica del estudiantado argentino.

 

Una consecuencia del congreso fue la posterior concreción de convenios con instituciones del Brasil, como el Programa de Posgraduación en Antropología Social del Museo Nacional de Rio de Janeiro, que abrió sus puertas a estudiantes argentinos.

 

El encuentro demostró que la temática concitaba interés, y ello animó a antropólogos salteños a comprometerse a dar continuidad a la iniciativa, responsabilizándose a reeditarla en su provincia.

 

El II CALAAR se hizo en Salta en agosto de 1989, difícil época de hiperinflación, y concitó bastante interés, a pesar de la dramática situación económica por la que pasaba el país.

 

La temática fue más general pero no se aludió a la ruralidad

1. Discusión Teórica

2. Aspectos metodológicos

3. Estructuras agrarias

4. Relaciones internacionales

5. Relaciones laborales

6. Tecnologías

7. Medioambiente

8. Población

9. Desarrollo y planificación

10. Rol institucional

11. Sistemas simbólicos

12. Cultura popular

13. Etnicidad

14. Procesos regionales

15. Campo argentino y latinoamericano. Problemáticas comunes y específicas.

 

Fue el único congreso en donde lo teórico-metodológico fue un tema central. Predominaron los trabajos sobre el NOA y entre los no argentinos hubo una masiva concurrencia de uruguayos. Estos últimos se propusieron dar continuidad a los encuentros, pero no lo consiguieron.

 

Sobrevino una larguísima pausa. El NADAR fue disolviéndose. En las comisiones de antropología rural de los congresos generales de antropología social, había un reclamo por la reconstitución del Núcleo. Sin embargo el interés por temas vinculados al campo parecía declinar. Mientras sociólogos y economistas rurales conseguían organizarse y continuar los debates, los antropólogos eran apenas invitados a esos encuentros.

 

En 2001, por fin, el NADAR reapareció y convocó a adherirse a más antropólogos interesados por la problemática rural. Profesionales y estudiantes de Buenos Aires, Olavarría y La Plata manifestaron su interés, pero también antropólogos de otros lugares del país hicieron llegar su apoyo. Desde 2002 se desarrolló una activa comunicación con los interesados consultados. Iba creciendo la idea de formalizar al NADAR como una asociación sin fines de lucro. Hubo encuentros regionales y por fin se resolvió intentar otra vez el camino de los congresos de antropología rural.

 

El III CALAAR se realizó en 2004. Se eligió Tilcara como sede, localidad históricamente vinculada a etapas pioneras de la investigación rural en antropología. La Facultad de Filosofía y Letras de la UBA y su Instituto Interdisciplinario Tilcara motorizaron la iniciativa, así como la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, sede de la Carrera de Antropología de la Facultad de Ciencias Sociales de Olavarría. El IIAO también estuvo presente. Esta vez llegaron adhesiones de la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación y de las Universidades Nacionales de La Plata, Salta y Jujuy. Desde el exterior apoyaron el encuentro la Universidad de Campinas, Brasil, y la Universidad de la República, del Uruguay. La concesión de un subsidio por parte del CONICET fue fundamental para permitir la exitosa realización del Congreso, sobre cuyo desarrollo pasamos a informar.

 

El temario abarcó:

1. Trabajadores, indígenas, campesinos. Demandas, formas de acción y organización de movimientos sociales, sindicatos y otras asociaciones

2. Tecnología, trabajo y economía rurales. Vivienda e infraestructura de servicios en el campo

3. Organizaciones rurales: corporaciones, asociaciones, ongs. la comunidad rural y la política lugareña.

4. Construcción identitaria: fiestas, tradicionalismo, actividades recreativas. Patrimonio cultural rural

5. Vida rural, ecología y medio ambiente. La agroecología como alternativa productiva.

6. Agroindustria y sistemas alimentarios

7. Educación en el área rural

8. Políticas agrarias y papel del estado

9. Salud, condiciones y calidad de vida en el campo

10. Nueva ruralidad, formas productivas no tradicionales y turismo rural.

11. Religión y creencias en el área rural. Otros sistemas de representación.

12. Desocupación en espacios rurales: consecuencias socioculturales e identitarias

13. Familia y relaciones de género en el área rural.

14. Las culturas quechuas y las tradiciones indígenas en el noroeste argentino.

 

De manera novedosa en Argentina, los temas se focalizaron en aspectos más específicos de la problemática rural vinculados a campesinos e indígenas, sus conflictos y movimientos por ellos generados; aspectos organizativos; la identidad; los problemas inherentes a lo tecnológico: agroindustria, agroecología; el turismo rural asociado a la nueva ruralidad; salud y educación referidas a áreas rurales; y aspectos de género y las culturas locales.

 

Ese congreso reunió en Tilcara más de 400 personas, siendo los inscriptos 356, de entre los cuales 314 fueron ponentes. Cabe señalar que, gracias a un subsidio de la Embajada de Nueva Zelanda en la Argentina se produjo el Encuentro De Organizaciones Campesinas E Indígenas, coordinado por los responsables del Grupo Temático I Trabajadores, indìgenas, campesinos. Demandas. Formas de Acción y organización de Movimientos sociales, Sindicatos y otras asociaciones.

 

También se editó un CD que reunió a todas las ponencias.

 

En 2005 se organizó la PRIMERA JORNADA DE ANTROPOLOGÍA RURAL de la región Noroeste, pensada como intermediaria entre congreso y congreso, en San Pedro de Colalao, Tucumán. Allí se reafirmó también la necesidad de formalización y se trazaron los primeros lineamientos. Se contó con el apoyo y auspicio de la Universidad Nacional de Tucumán y del Instituto Interdisciplinario Tilcara. Las 110 ponencias presentadas no se referían solo a la citada región, abarcaron otras regiones del país y contaron con ponentes de Brasil, México y Colombia. Ello fue un fuerte indicador del interés sostenido por la temática rural. Una colega de Brasil manifestó que en su país no existen instancias de discusión como estas, y por eso acudió.

 

Luego de algunas experiencias fallidas, en 2007 encaminamos mejor nuestras gestiones hacia la constitución formalizada de una entidad jurídica. Con el objeto de tener mayor continuidad en la organización de los congresos, el IV CALAAR se realizó en Mar del Plata en 2009, con apoyo de la Universidad de Mar del Plata. Este congreso fue propuesto y financiado por el INTA. El Director Nacional del INTA, su presidente y el presidente del NADAR, Hugo Ratier, fueron quienes presidieron el congreso.

 

Temario

1. Sociabilidad y trabajo en medios rurales

2. Economías Rurales

3. Movimientos Sociales y Organizaciones Rurales

4. Poblados Rurales

5. Vida Rural y Medio Ambiente

6. Modalidades de Intervención en el Desarrollo Local.

7. Educación y Ruralidad

8. Etnicidad y Migraciones

9. Identidad y Territorio

10. Organización Familiar y ámbitos rurales

11. Agroindustria y Sistemas Alimentarios

12. Movimientos Campesinos e Indígenas

13. Relaciones de género en el medio rural.

14. Religiosidad, creencias y prácticas asociadas.

15. Comunicación Rural

 

Estos temas fueron similares a los del congreso anterior. La tecnología agraria volvió a ser central, así como los movimientos campesinos, unidos a lo indígena, característica propia de nuestro país. La comunidad o poblado rural también se fijó como preocupación, junto con la nueva ruralidad. Intervención y desarrollo local surgieron también como temas. Género se singularizó.

 

Finalmente, en 2010, luego de 26 años de haber sido fundado, el NADAR se constituyó como una asociación jurídica: Personería Jurídica Nº 1.798.267 Res. IGJ 34/2010 del 3 de febrero de 2010-12-15 CUIT 30-71154775-0 Setiembre 2010. En la comisión directiva participan antropólogos de la UBA, de la UNLP y de la UNLM. Cuenta con 49 asociados . Si bien sus actividades principales se plasman en la organización de eventos, entre sus planes a futuro se encuentra la discusión de qué significa la antropología rural, afianzar los lazos con los antropólogos rurales latinoamericanos y la publicación de una revista especializada.

 

El V CALAAR se realizó en Santa Rosa, La Pampa en marzo de 2013. Se contó con el auspicio de la Cámara de Diputados de la Provincia de La Pampa, el apoyo de la Universidad Nacional de La Pampa, y con el del INTA, que además financió el congreso. El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación también auspició el evento. Hubo 221 inscriptos provenientes de distintas instituciones de diferentes localidades argentinas y de Brasil, México y Chile.

 

Al igual que en los dos congresos anteriores, las ponencias fueron publicadas, esta vez como E-Book: Actas del V Congreso Argentino y Latinoamericano de Antropología Rural. Editorial NADAR-INTA. ISBN 978-950-863-192-3

Temario:

1. Campesinos e indígenas como sujetos sociales agrarios

2. Colonialidad del poder, capitalismo y desarrollo en espacios rurales latinoamericanos contemporáneos.

3. Economías regionales, desarrollo y procesos socioeconómicos actuales

4. Espacios sociales rurales y cotidianeidad. Producción de poder, parentesco, familia y género

5. Etnicidad y Migraciones

6. Identidad y Territorio

7. La educación en contextos rurales: transformaciones productivas, conocimiento y demandas sociales

8. Modalidades de Intervención en el Desarrollo Rural Local

9. Movimientos sociales agrarios y la perspectiva de género

10. Nueva ruralidad y poblados rurales

11. Perspectivas antropológicas en torno a la economía social y solidaria

12. Relaciones familiares y trabajo en ámbitos rurales

13. La salud en zonas y/o ambientes rurales

14. Trabajo y Sociabilidad

15. Vida Rural y Medio Ambiente

16. Nuevas tecnologías, agricultura y desarrollo

17. Estructuras agrícolas y agentes sociales extra-pampeanos frente a la globalización e internacionalización del capital financiero: grietas, rupturas y continuidades.

 

Hubo semejanza temática con el congreso anterior. Lo regional apareció en lo extra-pampeano y tuvo continuidad la perspectiva centrada en el desarrollo, esta vez local. Educación y salud se especificaron en cuanto a lo rural.

 

Verificando en general los temas tratados, se advierten también las variaciones temporales. El trabajo rural fue tema de todos los congresos, con mayor o menor énfasis en la tecnología, la desocupación, el papel del trabajo familiar. La problemática de la tierra, en especial la tenencia, surgió también en los primeros congresos. Desde 2004 se vinculó fuertemente con lo campesino-indígena pero no apareció como tema único. El desarrollo y las políticas agrarias también fueron temas recurrentes. Últimamente aparece como desarrollo local, muy en boga. El estado suele incluirse dentro de otros temas.

 

Curiosamente, sistemas simbólicos, incluyendo la religión, la identidad y aspectos culturales no parecen haber sido muy populares. Esto es extraño recordando tiempos en que prácticamente no había otra temática rural que ésta: fiestas religiosas, medicina folclórica, supersticiones, mitos. Habría una suerte de reacción contra esa antigua exclusividad. Desde 2004 la identidad se tornó un tema importante, en especial vinculada a movimientos sociales (campesinos, indígenas o pueblos originarios como agentes sociales).

 

Lo económico-tecnológico apareció casi siempre, y desde 1989 a la actualidad prevaleció el medio ambiente como central. Educación, salud y género tuvieron presencia constante desde 2004.

Por último, llegó el concepto de nueva ruralidad a las discusiones actuales. Todo esto permite aproximarnos a las variaciones temáticas que el tema fue adquiriendo dentro del enfoque antropológico.

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